La pasta burro e alici (mantequilla y anchoas) es un plato engañosamente simple que tiene seguidores de culto entre quienes aprecian los sabores atrevidos y salados. Si bien los clásicos como la carbonara o la salsa de vodka dominan la conversación sobre la pasta, este plato se hace un hueco para aquellos que están dispuestos a abrazar una experiencia profundamente umami. No es para todos, pero para los amantes de las anchoas es una revelación.

La esencia de Burro e Alici

En esencia, burro e alici es esencialmente una versión simplificada de la salsa Alfredo basada en anchoas. En lugar de parmesano, el plato se basa en el ponche salado y salado de anchoas derretido en una rica base de mantequilla. La clave es utilizar anchoas de alta calidad (a menudo se prefieren las conservas del Cantábrico) y aprovechar el agua de pasta con almidón para crear una salsa cremosa y emulsionada que se adhiera a largas hebras de pasta perfectamente cocida.

Por qué es importante

Muchos platos de pasta italiana se definen por su sencillez. Burro e alici sigue esta tendencia, pero a menudo se pasa por alto en favor de opciones más convencionales. Esto se debe en parte a que el perfil de sabor es polarizador. Las anchoas no son amadas universalmente, y este plato no rehuye su potente sabor. Sin embargo, para quienes las aprecian, la combinación de mantequilla grasa y anchoas saladas crea una experiencia excepcionalmente satisfactoria. Es un recordatorio de que algunas de las comidas más memorables son aquellas que no atienden a las masas.

Cocinar el plato

El proceso es sencillo:

  1. Derrita una cantidad generosa de mantequilla sin sal.
  2. Disuelva las anchoas en la mantequilla caliente, permitiendo que se deshagan hasta formar una pasta suave.
  3. Cocine parcialmente la pasta en una pequeña cantidad de agua para maximizar la liberación de almidón.
  4. Emulsionar la salsa con agua para pasta, creando un glaseado cremoso.
  5. Termine de cocinar la pasta directamente en la salsa, agregando un último toque de mantequilla fría fuera del fuego para darle más riqueza.
  6. Termine con ralladura de limón y jugo para darle brillo.

El pan rallado tostado y el perejil aportan textura y frescura, equilibrando el intenso sabor del plato. La clave es trabajar rápido para mantener la emulsión y evitar que la salsa se rompa.

Un atractivo de nicho

Burro e alici no está diseñado para complacer a todos. Es un plato para aquellos que no temen los sabores fuertes. Como ocurre con muchos platos atrevidos, puede que sea necesario experimentar un poco para encontrar el equilibrio adecuado de anchoas que se adapte a las preferencias personales. Sin embargo, una vez perfeccionado, ofrece una experiencia de pasta inolvidable y profundamente satisfactoria.

Este plato no tiene como objetivo atraer a las masas; se trata de recompensar a quienes aprecian la intensidad de las anchoas y la sencillez de la cocina italiana perfectamente ejecutada.