Asar castañas es una tradición clásica de invierno, que evoca recuerdos acogedores de fuegos crepitantes y alegría navideña. Pero no necesitas una llama abierta para disfrutar de esta delicia; el horno funciona igual de bien. Esta guía proporciona todo lo que necesita saber para preparar, asar, almacenar y utilizar castañas en su cocina.
¿Qué son las castañas?
Las castañas provienen del árbol Castanea y son un fruto seco único en comparación con otros. A diferencia de las almendras o nueces aceitosas, las castañas son principalmente carbohidratos con un mínimo de grasa. Están disponibles estacionalmente desde el otoño hasta principios del invierno y deben cocinarse antes de comerlas, ya que las castañas crudas son desagradablemente firmes y amargas.
El sabor de las castañas asadas
Las castañas asadas tienen un sabor sutilmente dulce, a nuez y terroso, que a menudo se describe como una mezcla entre batata y avellana. Su textura es suave, quebradiza y cremosa cuando están recién tostadas. Esto los hace perfectos tanto para platos dulces como salados durante el otoño y el invierno.
Cómo asar castañas en el horno
Asar castañas es sencillo:
- Marque las cáscaras: Use un cuchillo de pelar para cortar una “x” en el lado abovedado de cada castaña. Esto evita que exploten durante el asado.
- Asado: Coloque las castañas marcadas con el lado abovedado hacia arriba en una bandeja para hornear con borde. Ase a 425 °F (220 °C) durante unos 30 minutos, hasta que la piel se oscurezca y las nueces huelan a tostadas.
- Vapor: Retirar del horno y cubrir la bandeja con un paño de cocina limpio. Cocine al vapor durante unos minutos para ayudar a aflojar las cáscaras.
- Pelar: Una vez que esté lo suficientemente frío como para manipularlo, pele las cáscaras y la piel dorada de las castañas.
Consejos de almacenamiento para mantener la frescura
Las castañas no se almacenan tanto tiempo como otros frutos secos debido a su alto contenido de humedad. Siga estas pautas:
- Castañas crudas: Guárdelas en una bolsa transpirable en el cajón para verduras del refrigerador hasta por tres semanas. Congele en una bolsa hermética hasta por seis meses; Descongelar durante la noche antes de asar.
- Castañas asadas: Guárdelas peladas o sin pelar en un recipiente hermético en el refrigerador hasta por cuatro días. Congele las castañas peladas hasta por tres meses, calentándolas suavemente en una sartén o en el horno a 350 °F (175 °C) durante 5 a 10 minutos.
Usos versátiles de las castañas asadas
Las castañas asadas son increíblemente versátiles. Disfrútalos directamente del horno o agrégalos a tus recetas favoritas:
- Platos salados: Incorporar al aderezo de pan de maíz, ensaladas de invierno o risotto.
- Platos dulces: Haga puré en sopas para darle un toque de nuez o córtelo en pan de plátano en lugar de nueces.
Asar castañas es una forma sencilla de aportar un toque de calidez y sabor de temporada a tu cocina. Su sabor único y su versatilidad los convierten en un complemento bienvenido tanto para comidas dulces como saladas.
